Sin cesar, se crea y cría la injusticia social,
ya que los valores auténticos florecen alrededor
de una lógica ideológica, de la conservación de privilegios
y la parasitación de los que carecen de ellos.
Como resultante; amos y esclavos
viven haciendo intentos de sutura y ruptura,
aglutinando inestabilidad y malestar,
y perdiendo la oportunidad de fundar
una evolución clara y dialéctica.
El mundo popular está cansado del pasado
porque se siguen repitiendo tantas cosas nefastas.
Tengámoslo muy claro:
“No somos una especie suprema”.
Por ello, para nuestra supervivencia
hay que dar un salto cuántico espiritual
en nuestra conciencia,
recortando bastante nuestros egoísmos.
TIRO: 351
