
En nombre de los pueblos ancestrales, Jaime Vargas Vargas, de nacionalidad ecuatoriano, hispano y shuar parlante, que generó una serie de emociones negativas en el país, pide ahora un traductor, para explicar la malevolencia de sus acciones en aquellos días de octubre del 2019, donde no supo contener sus palabras, ni su prosaica ira.
Jaime Vargas es tan hispano parlante, que se graduó de Contador Público, en el Colegio Nacional 12 de Mayo; donde los exámenes de Contaduría Pública se hacen en idioma español, su posición de exigir un traductor es un acto de violencia intelectual al asomar dolosamente ante la justicia como que si no hablara castellano.
La verdadera “no violencia” consiste en elegir la solución más altruista, y lo que hizo Vargas es elegir la solución más Narcisista.
Decía mi Padre: “Que el resultado final de nuestros actos puede asfixiar toda la inspiración cuando la elección de los medios es el inadecuado, y Jaime Vargas para fabricar su farsa ha elegido el atropello y la mentira, “disque” para lograr las justas aspiraciones de lo que él llama su pueblo, pero lo maneja como que si fuera su Huasipungo.
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