Mientras el país está pasando por la mayor crisis carcelaria y de inseguridad, los jueces se “lavan las manos” al mejor estilo de Poncio Pilatos, liberando a líderes de bandas delincuenciales, como si aquí no pasara nada.

Mientras tanto, en las cárceles matan a vista y paciencia de las autoridades culpables e inocentes, es inaudito pensar que los que tienen el poder de hacer prevalecer la justicia, solo lo hacen cuando les conviene, y si es un tema mediático y en otros casos puntuales se hacen los ciegos y conviertan a victimarios en víctimas.
La elección de Jueces, siempre ha dejado mucho que desear, es un secreto a voces que es una pantomima de alto nivel, hay jueces que solo piensan en su beneficio personal, que llegan con agenda propia a una función judicial, que está sumergida en corrupción y que debería trabajar por y para la ciudadanía.
Los jueces interpretan erróneamente la frase “la justicia es ciega”, su concepto original es que se la aplica a todos por igual, que no hace distinción. En el Ecuador, “la justicia es ciega”, porque dependiendo de los intereses de ciertos jueces nada se ve, en estos casos también es muda y sorda.
Urge una limpieza en toda la función judicial, se necesitan jueces despolitizados y honestos, que apliquen la ley sin miedo y sin compromisos con nadie.
Andrea León – Corresponsal Pichincha.