HISTORIA DE LA SOLEDAD ABSOLUTA
Muchas veces en la vida nos hemos de sentir solos, que no hay alguien a nuestro lado, que no nos entienden, o simplemente estar rodeados de muchas personas pero pensando que estamos en absoluta soledad.
Pero te has preguntado en verdad, ¿cómo es la soledad completa?, que nadie responda a tus llamados, o que pases desapercibido a pesar de que aparentemente te rodean seres de similares características.
Esta es la historia de la ballena 52, descubierta en 1989 por las autoridades oceanográficas de Estados Unidos. Nombrada así por el oceanógrafo Bil Watkins, porque la primera vez que la escucharon emitió un sonido de 52 Hz, una frecuencia mucho más alta para las ballenas que se comunican en un rango que va desde los 30 hasta los 32 Hz. Esta especie de cetáceo es casi ciega y su comunicación es exclusivamente mediante sonidos.
Este canto tan desolado de alta tesitura, es el que provoca su desesperante limbo en el que vaga sin rumbo en las aguas del norte, en los tiempos de apareamiento de ballenas, buscando familia, grupo y pareja. Acotando que las ballenas también son seres sociales; ningún ser de su especie puede escuchar o responder a su voz, llora mientras nada sumergida en la oscuridad del océano.

Para explicar esta situación, hay teorías que van desde que la contaminación de los océanos pudo haber cambiado algo en la composición del lecho marino de donde se alimentan los peces y cardúmenes con los cuales se sacian estos hermosos animales, o que como parte de la evolución este sea un híbrido, como es el caso de la mula; cambiando la tonalidad con la que sus cuerdas vocales emiten el sonido en tiempos de apareamiento, provocado por un daño en su oído haciendo que el no escucharse a sí misma de un sonido en este nivel tan alto.
Pero en los últimos años su frecuencia ha ido decreciendo, llegando hasta ahora a un rango de 47 Hz, se podría decir que de tanto cantar en soledad sin respuesta, ella se estaría apagando.
Algo muy curioso es que desde 1989 cuando se descubrió los 52 Hz de su voz, registrándola cada año desde esa fecha jamás se la ha podido captar en alguna imagen, y ningún equipo de oceanógrafos ha podido avistar a la ballena, pero recalcando que su sonido no deja de emitirse cada año.
Imaginemos, que en un mar de 7000 millones de habitantes en la Tierra, exista una persona con similares características que las demás, pero que a la vez no pueda ser escuchada ni vista. Esta persona sería invisible para todos.
Esta persona buscaría su lugar, su grupo, tener una pareja, formar una familia; sin embargo, sería como un espectro que estaría aquí sin estarlo.
CARLOS RENATO MONCAYO MOSCOSO
CORRESPONSAL EN COTOPAXI