La Bomba es un ritmo musical muy pegajoso que contagia la alegría de la raza Afro descendiente ecuatoriana, además; expresa todos sus sentimientos encontrados, que se desarrollan en su cotidianidad.
Este ritmo tiene origen ancestral en el pueblo negro de la parte norte de África, al venir al continente americano como mano de obra para los cañaverales se asentó y se desarrolló en las provincias de Esmeraldas, Carchi e Imbabura.
Durante el período colonial, los Negros crearon esta nueva cultura en la cuenca de los ríos Chota y Mira, este cantar lo empezaron a desarrollar con instrumentos musicales rudimentarios como: hojas de naranjo, flautas, machetes, bombos, y cornetes de calabaza secos, puros, etc.

En la actualidad, se utilizan instrumentos de origen español y mestizo: guitarra, requinto, güiro, bombo, maracas. El grupo está acompañado por dos vocalistas, uno lleva la voz cantante o melodía, el otro hace la segunda voz y toca las maracas.
Su ritmo y velocidad puede variar desde un tiempo ligero bailable hasta la intensidad fuerte, típico de muchos ritmos afroamericanos, en donde destaca el ritmo y la persecución, así como el movimiento de cadera, el bailar pegado en formas eróticas, golpeteos de cadera, una botella o un canasto en su cabeza como muestra de equilibrio y coquetería.
Este ritmo se ha adentrado tanto en la cultura ecuatoriana, que no hay fiesta o celebración donde no sea bailado y disfrutado a su máxima expresión.
El estado ecuatoriano lo declaró patrimonio cultural intangible. Sin música no hay vida y sin cultura no hay identidad.
Lauro Salas, corresponsal en Imbabura.