¡Ay del lamentable mundo de los Partidos Políticos ecuatorianos!

Sus líderes narcisistas son incapaces de dominarse a sí mismos, y por ende se transforman en verdaderos impostores de la democracia, fundando Partidos, cuyo objetivo es tener ideológicamente al ciudadano hipnotizado para asaltar el poder.
Por ello, notamos en los líderes de los Partidos Políticos, tal número de contradicciones al interior y al exterior, escándalos y a la vez abominaciones impresentables, debido a la impostura moral de sus fachadas que se derrumban permanentemente, teniendo que maquillar sus rostros cada vez que se derrumba su impostura.
El país y la gente decente, debe promover un liderazgo que esté comprometido realmente con una tradición auténtica sociopolítica digna de ser seguida, y que pueda ser percibida de manera positiva por los ciudadanos, de tal forma, que sientan que son organizaciones dignas para participar, ya que son auténticos cenáculos del pensamiento democrático indistinto que sean de Izquierda, de Derecha o Centro.
TIRO: 185