
El Correato fue, y sigue siendo otra ventana al caos, una edición preparada por la Facso – Centralista, poco autocrítica, y ensalzada por unos mercaderes de la Contratación Pública y de los Monopolios”, para reinar como “tuertos en un mundo de ciegos”.
Allí, fueron dando traspiés, recurriendo al arte de transformar el error en éxito mediático, aunque lo único que hicieron al pueblo, es hacerlos rehenes de la propaganda.
El Politburó (no tenía un rostro impoluto), solo se exhibía una opereta inmoral, apologizada como Revolución Ciudadana.
La tal construcción de ciudadanía solo fue una Institución Imaginaria Propagandística, que lo único que construyó socialmente fue: “masa por voto; que votó por subsidio y no por ciudadanía”.
Las raíces del Proyecto Ciudadano jamás hicieron crecer al ciudadano, solo lo transformaron en una cosa: “un votante”.
13 años después del Continuum Ciudadano, los ecuatorianos nos seguimos consumiendo entre irrelevantes victorias, en tanto, nuestra cultura política no logre estabilizar un Marco Ético y Jurídico, que haga dar cuentas al Poder.
“La Gracia de las Artimañas”, de Izquierda, Derecha o Centro, lo que han logrado siempre en el Ecuador es: “atraer y capturar el voto con mañas“.
13 años, de hablar de que “La Patria ya es de Todos”, para pasar al “Gobierno de Todos”, la pantomima seguramente continuará, con el mejor slogan que los Movimientos Políticos, indistintos de su tendencia, le presenten a los ciudadanos, para cubrir el siempre acariciable “corazón popular”.
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