
“A veces las necedades secuestran
la inteligencia de nuestros líderes más brillantes”.
Ya varios meses de la apertura de la Aerovía,
y día tras día se va confirmando
que estamos frente a un nuevo “elefante blanco”.
Flotan decenas de góndolas en el aire,
que se las vendió como un “riesgo privado”,
y resultó que el Municipio de Guayaquil
tiene que amortizar una multimillonaria deuda por su construcción, que no podrá ser saldada con el mismo fluyo
que los pasajes que producen.
La gente que amanece en Durán y Guayaquil
murmura o grita que “la Aerovía no es la vía”
para solucionar el problema del transporte intercantonal.
Triste fue la negativa que surgió por parte de la Municipalidad
para construir una vía fluvial entre Guayaquil y Durán,
más lo cierto, es que tampoco hubiese funcionado
ya que no ha habido liderazgo político
en la administración Municipal ni el Gobierno Central
ni en el provincial que haya logrado dragar el río.
Por ello sugiero, se trepe Ud. en la Aerovía,
y observe que en poco tiempo
podrá cruzar a Durán por ese “gran arenal”,
que irresponsablemente se ha asentado en el cauce del río,
y observará desde las alturas de la aerovía,
una oportunidad para lanzar a ese arenal
a todos los que construyeron este sinsentido.
TIRO: 295