Los jóvenes vemos la política ecuatoriana como algo que no inspira confianza por tantos actos de corrupción que se ven diariamente.
Nos sentimos muy preocupados al ver como destruyen a nuestro lindo Ecuador, los políticos de turno nos están llevando a la destrucción como país.
Hay poco interés de la juventud ecuatoriana de ser parte del mundo político.
La explicación es simple, la política es servir a la comunidad, y esto no es del agrado de quienes quieren servirse de la política.
En Singapur, en las elecciones de asambleístas, la juventud de tal país sí se involucra, e incluso llegan a ser parte del Senado de dicho país, esto es un ejemplo a seguir.
Es necesario reflexionar sobre la importancia de la participación de los jóvenes en política, especialmente en el contexto electoral actual en el cual las reformas al Código de la Democracia establecieron una cuota del 25% de jóvenes entre 18 y 29 años de edad en cada lista de elección pluripersonal.
Ciertas organizaciones políticas a nivel nacional han trabajado en torno a la formación y activación de sus juventudes, más la gran mayoría no lo hace.
La participación de los jóvenes al interior de los partidos y movimientos políticos es casi nula.

Buscan perfiles nuevos y frescos para rellenar puestos, casi siempre de alternos o en los últimos lugares de las listas de representación, lo que hace que su probabilidad de ganar una curul para la Asamblea sea muy baja.
Ante esta situación, los jóvenes tienen el deber de rechazar todo último y precario intento por parte de las organizaciones políticas, de querer incluir sus nombres en las listas de representación, y no ceder a engaños con la famosa frase “así te harás conocer”; esa manipulación va de la mano del camino fácil y del fracaso.
La importancia de los jóvenes en la política va mucho más allá de una cuota o de un simple discurso. Son la generación de la transformación, y siempre buscan ser mejores.
Construyen trabajo, luchan por nuevas formas de participación, velan por los derechos de las personas, de la naturaleza, exigen justicia y se indignan ante la corrupción.
Los jóvenes deben cambiar la vieja clase política y participar en democracia más allá de las votaciones.
Xavier Córdova García
Corresponsal en Daule