La libertad es el motor del progreso.

Las personas llevamos arraigado este deseo porque es lo que nos permitió alcanzar desarrollo tecnológico para:
Vencer a muchas enfermedades.
Obtener con menos esfuerzo los alimentos.
Tener más tiempo libre para la vida en sociedad.
Al vivir en sociedad, al dejar de ser nómadas, al desarrollar la agricultura, empezamos a ser personas.
De nuestros Padres recibimos la libertad, con la condición obligatoria de pasarla a nuestros hijos.
No debemos fallarle a las generaciones futuras en el cumplimiento de este delicado encargo.
El 11 de abril, los ecuatorianos, tenemos dos opciones para dar el voto, pero solo una nos permite cumplir nuestro sagrado encargo.