“El que dice una mentira, no sabe qué tarea ha asumido porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”. Alexander Pope.
Los politiqueros, no los políticos, siempre mienten para lograr los objetivos protervos que se han trazado, mienten en conjunto con los miembros de su organización política y también en contubernio con sus seudos adversarios políticos.
Mienten para evadir las críticas de la corrupción que les caracteriza; mienten a sus conciudadanos para obtener sus votos, mienten diciendo que van acabar con la corrupción cuando son parte de ella.

El rechazo enérgico a las clases políticas, a más de la corrupción, se debe a que la mayoría de los ciudadanos están seguros que son políticos mentirosos, que cuando están en campaña hablan de acuerdo al libreto de barrer la corrupción, de acabar con la corrupción, de jamás negociar con la corrupción y cuando ganan una elección lo primero que hacen es lo contrario, negocian con los corruptos, protegen la corrupción, se asocian con los corruptos y todas sus ofertas de campaña sólo quedaron en una vil y burlesca mentira a sus conciudadanos, presentan una realidad distinta a como es.
En los últimos días, post elección, hemos escuchado a una sarta de politiqueros hablar con una mentira tan natural, tan fresca, tan sublime, que a muchos los han embobados y a la mayoría nos ha generado una reacción de rechazo y repugnancia al escuchar de pelafustanes manifestar: “Lo estamos valorando”. Los dos parámetros que son importantes para tomar esa decisión son los hechos jurídicos en su contra y la estabilidad política del país… También escuchamos: “Si me preguntan si hay que hablar con el sector de Correa, mi respuesta es sí. Hay que hablar con todo el mundo…”.
Insultan la inteligencia de quienes les dieron el voto, su agenda fue negociar el perdón y la impunidad correísta. Siempre tuvieron en carpeta la negociación y revisión de la sentencia de Rafael Correa Delgado y sus lugartenientes.
Lo insólito, y que ya es de campeonato, es escuchar con tan desfachatez al prófugo Correa hablar de paz, hablar de amor, hablar de que se pare con la persecución política, con la intervención en la justicia cuando fue él quien la institucionalizó en su gobierno.
Fabricio Guerrero – Corresponsal en Europa.