La política mundial está clasificada en dos grandes grupos, la Derecha y la Izquierda. En los gobiernos de Derecha los bienes de producción están en manos de los ciudadanos, y se los denomina capitalistas. En los gobiernos de Izquierda estos bienes pertenecen al Estado, y se los conoce como gobiernos socialistas o comunistas.
Se dice que la política es el “arte de servir a la población”, pero en muchos países ha sido “el arte del engañar a la población”. Los políticos crearon dogmas que servían a sus intereses personales o corporativos, el principal es el “péndulo político”, usado para hacer creer a la población que después de un gobierno de Derecha vendrá uno de Izquierda.
A millones de personas, estas teorías políticas solo le sirvieron para ser más pobres. En el Ecuador, por una década, tuvimos un gobierno que se ubicó en la izquierda política, pero siempre lo hizo mediante pactos legislativos, electorales de trastienda, y personales, con la derecha. La política como el arte del engaño fue llevada al nivel de excelencia.

El electorado ecuatoriano ya se cansó de tanta sinverguenzería política, ni la Izquierda ni la Derecha sirvieron para que todos tengan acceso a provisión de agua potable, eliminación de la basura, educación, salud pública de calidad, manejo técnico de las aguas servidas y alimentación de calidad. Rechaza que una misma persona por 20, 30 o 40 años decida todo en una Organización Política, sepultando las legítimas aspiraciones de miles de jóvenes.
Pero en los últimos meses se viene hablando de una nueva manera de hacer política, fuera de las etiquetas de Derecha o Izquierda. Cada vez, más ecuatorianos ven como una salida a su situación económica difícil; la política de “resolver problemas”, la política por causas.
En la nueva política, el líder no es un Mesías, sino un Excelente Administrador. Los ejes fundamentales son la austeridad, la honestidad, la eficiencia y el trabajo. El cambio generacional y el respeto a la estructura de base serán la clave para el fortalecimiento y para que perduren las nuevas Organizaciones Políticas.
Nicolás Brito Grandes