La Ontocracia, como nueva filosofía política para organizar la vida en sociedad, exige una responsabilidad directa de cada individuo.
El Estado seguirá existiendo porque es una forma de organización, pero el Estado ya no funcionaría como administrador, sino como un guía, buscando como prioridad; orden y equilibrio en todas las esferas, todo lo demás funcionaría orgánicamente.
Esto es, porque actualmente existen sistemas de salud, de educación, de seguridad, etc. Y para controlar esto, hay un Ministro que se acoge a las leyes impuestas por los Asambleístas, “dividiendo al Estado en Legislativo, Judicial, Ejecutivo, Control electoral, y Participación ciudadana”.
Los políticos son amigos y simplemente rotan, porque no están realmente separados. Esto es lo peor que puede existir dentro de un Estado, a esto le llamamos Democracia.
Con la ONTOCRACIA, esto desaparecería, porque habrían representantes de los sistemas orgánicos, pero las decisiones son tomadas por el Pueblo. Cuando el pueblo se educa, se le dan las herramientas para solucionar las necesidades sociales y los conflictos.

La democracia dice que el Pueblo tiene la razón y eso en la actualidad no es así, porque si un pueblo no esta educado correctamente, “no tiene las mismas condiciones (oportunidades, igualdad, equidad), no es libre, no tiene conciencia”; es un pueblo que no encontrará las respuestas ni las soluciones para sus problemas. Esto, lo llevará a buscar un Mesías o Salvador.
Solo cuando un pueblo es consciente de sí mismo, tiene poder y voluntad en sus decisiones.
Debemos darnos cuenta del alcance que tiene este sistema llamado Ontocracia, como individuos conscientes somos parte de la sociedad, estamos todos conectados de alguna manera, por lo que todo lo que le pase a esta sociedad de alguna manera nos afecta a todos.
Si es posible crear una nueva sociedad, y para lograrlo es necesario que cada individuo trabaje en su interior, la ciencia del conocimiento del ser debe ser implementada en nuestro sistema educativo para formar una nueva sociedad basada en el Ontos.
Edison Suárez, corresponsal en Sucumbíos.