Reseña Parte II
¿Qué podemos hacer si el poder controla los medios y decide, qué podemos escuchar, leer o ver?
El autor, Juanma del Olmo, considera que debemos aplicar estrategias alternativas efectivas que nos permitan también colocar nuestros mensajes en la agenda de los medios. Como ejemplo, pone la efectividad del tramabus, donde al dotar el tema de la corrupción en un tema emocional mediante contenido visual, lo convierte en algo tangible para conectarse con un público más allá de sus propios votantes. A fuerza de repetirlo, se instaló en la opinión pública y se logró poner rostro a los culpables en primera página de los medios de comunicación.
La construcción de un discurso político alrededor de estas emociones, y a través de imágenes, es una estrategia efectiva para llegar a la mayoría de las masas sociales.

Las redes sociales vuelven a otorgar el poder a los ciudadanos, y reconceptualizan el prestigio. La gente no quiere intermediarios, lo que implica que ya estamos al final de la exclusividad del periodismo a la hora de informar. Ahora, cualquier persona puede informar y construir una comunidad de poder. En más de una ocasión, las protestas generadas desde estas comunidades de poder han obligado a que los medios de comunicación les presten atención para así acabar con el silencio de algunos medios en muchos temas.
“EMOCIÓN FRENTE A LA RAZÓN”
No podemos terminar esta reseña sin hacer referencia a esta sección del libro, donde el autor nos recuerda que la emoción frente a la razón se trata del conflicto existente entre la lógica y la emoción. Somos fáciles de convencer (manipular), especialmente durante el tiempo de campaña. El miedo es un agente movilizador, porque nos genera confusión e inseguridad, mientras el amor nos moviliza hacia una esperanza.
En mi opinión, como ciudadanos, debemos estar conscientes de que nos manipulan y movilizan en tiempos de campaña.
Solo sabiendo la verdad, podemos ser realmente leales a la democracia.
Fabricio Guerrero – Corresponsal en Europa