
Un Siglo de lumbreras han gobernado al Ecuador, “sabiondos” de Izquierda o Derecha, señalando el hipotético sendero con poses de iluminados, pero como su aporte ha sido tan tangible como el de Velasco Ibarra todo lo que tangibilizó para el acervo político ecuatoriano fue, que para hacer política había que encontrar a un charlatán de turno, y hacer obras dejando robar.
En el Siglo XXI, le tocó el turno a Rafael I, “El Lasallano”, quien con lámpara en mano y oftalmoscopio en su ardiente corazón, dilató sus dilatadas pupilas como neófito sabiondo habló y habló sin saber de qué y por qué habló, hasta el punto que nos arruinó.
Ahora, desde Bélgica, distante ojea la Patria; ojalá que su presión intraocular no sea tan elevada y nos siga bombeando más males de ojo.
TIRO: 141