Las cuencas de nuestros ríos están atadas a condiciones que van más allá de las competencias de las Ciudades, Provincias, o Estados.
Ninguna cuenca está aislada, sus problemas trascienden a otras naciones y regiones, por lo tanto; el problema es planetario y común, ya que cualquier estructura geopolítica sólo atañe a esa ubicación geográfica, y la hidrografía está hidráulicamente conectada inclusive a las nubes, a la evaporación y a la circulación planetaria unicista, física y metafísica.
Por ello; el problema fluvial, pluvial y oceánico, tiene que ser administrado en unidad planetaria, no como parcela política sobre el tema puntual del agua.