
La humanidad debe ponerse a la cabeza para encontrar el camino al gran cambio humano que está por definirse. Para ello, hay que establecer un plan y doctrina potente que anime a la mayoría a contagiarse, pero sobre todo se necesitan seres humanos con ganas, aunque no tengan experiencia política como en la Revolución Francesa o en la Revolución de Mayo, donde gente llana y sencilla buscaba el cambio.
En este Siglo XXI la gente anda buscando oportunidades para su progreso personal y no para los dueños del Mercado ni para los jerarcas del Poder.
Hoy, una gran masa quiere un renacimiento o una nueva vida, aunque tenga que compactarse mucho más y ser más anónimos; más ellos quieren vivir en armonía con la naturaleza y en equilibrio como sociedad con el Estado y el Mercado.
La humanidad debe tener algo claro; que muchos jóvenes anónimos están trabajando en ello.
No tenga la menor duda, amable lector, de que esa juventud está al borde de dar un gran golpe en favor del equilibrio general del cosmos.
TIRO: 86