La situación global es tan compleja, que es difícil que una sola persona por sí misma pueda comprenderla. Estamos frente a una serie de problemas; como el terrorismo, exceso de población en algunos partes y de disminución en otras, problemas de definición de la democracia (si sirve o no sirve), y con una brutal disrupción de la ciencia y tecnología, sin que los seres humanos asimilen su libertad, ya que no reconocen ni saben “qué hacer”, es decir; sabemos cada día menos, y el hombre en sí y por sí solo no tiene ni el tiempo ni la energía para descubrir todos los problemas que nacen a la velocidad acelerada que están naciendo.
En resumen; “o el hombre desacelera la velocidad de su expansión o los algoritmos se lo comen”.