Dentro de la temática relacionada a la pobreza que se vive en el Ecuador, corresponde ahora tratar el tema de la violencia intrafamiliar.
La OMS (2002), la señala como un fenómeno difuso y complejo de definir con exactitud científica, ya que involucra cuestiones de apreciación.
En ella, la cultura influye en los comportamientos en lo que puede considerarse como cuestiones aceptables o inaceptables, según evolucionan los valores y las normas sociales. Por esto, la violencia debe ser abordada en términos integrales y holísticos. Vale destacar que la respuesta de las autoridades de salud a esta problemática ha sido de forma reactiva y terapéutica.
Hay que destacar los sentimientos que se generan en las personas luego de producirse los actos violentos, como son la apatía y la impotencia. Por ello, para dar fin a esta serie de actos, hay que prestar atención a los rasgos y a los distintos tipos de violencia, lo que si es cierto es que ninguno de ellos, gozan de aceptación como podría pensarse en una posible justificación a este tipo de actos. Como una clasificación de violencia intrafamiliar según el informe mundial de violencia y salud se encuentran, según el autor del acto violento; violencia interpersonal y violencia colectiva.
Del panorama descrito se proponen algunas estrategias a seguir para atacar el problema: fomentar las actitudes y los comportamientos saludables en los niños y jóvenes para protegerlos durante la etapa de su desarrollo, modificar los comportamientos de los individuos que son violentos y/o pueden atentar contra sí mismos, focalizar la atención en la educación con incentivos para terminar la secundaria hacia jóvenes y adultos menos favorecidos, que cuenten con programas sobre el uso de las drogas y de desarrollo, orientados a la prevención: de la intimidación, a adquirir aptitudes contra la ira, resolución de conflictos y el desarrollo de la moral.
Por otro lado, la violencia intrafamiliar es un problema que está presente y ha afectado a la sociedad a lo largo de los años, problema al que debe prestarse atención en el Ecuador, ya que sin duda se vive una crisis de valores, crisis que lleva a que ciertas personas piensen y crean tener poder sobre otras personas para poder agredirlos. El Código Orgánico Integral Penal, en el art. 155 señala lo siguiente: “Se considera como violencia toda acción que consista en maltrato físico, psicológico o sexual de un miembro del grupo familiar hacia los demás miembros de la familia.
Vale destacar qué durante la pandemia se registraron muchas denuncias de casos de violencia, entre ellos casos de violencia psicológica y física contra la mujer o algún miembro del núcleo familiar, abuso sexual, violación, violencia incestuosa, etc. Las provincias de Guayas, Pichincha y Manabí son las provincias que registran los mayores casos de violencia durante la emergencia del Covid- 19.
Para concluir, se señala una frase de Esther Duflo, premio Nobel de Economía 2019: “La pobreza siempre ha estado entre nosotros, pero podemos llegar a entenderla y así acabar con ella”.
Fabricio Freire Morán – Corresponsal Guayaquil.