El desgarro muscular o rotura fibrilar, se trata de la distensión o rotura de un músculo o de un tendón causada por forzar el tejido muscular, ya sea estirándolo o contrayéndolo demasiado. La sensación, cuando se sufre una rotura fibrilar, es como de haber recibido una ‘’pedrada’’ o un golpe seco, dejando la sensación de un pinchazo continuo.
Este tipo de lesiones se suele producir cuando se practica ejercicio o algún deporte como el fútbol, el baloncesto, atletismo, la gimnasia deportiva, etc. También es usual que ocurra, si se levanta un objeto de un peso considerable en una mala postura como es el caso de levantamiento de pesas, y es cuando se produce el tirón muscular. Los desgarros musculares suponen más del 30% de todas las lesiones.

Los grados de desgarros son tres:
1. Desgarro leve, rotura de primer grado o distensión muscular: Se trata de daños leves en las fibras musculares y su recuperación total puede tardar de 8 a 10 días.
2. Desgarro moderado o rotura de segundo grado: Esta rotura parcial de las fibras musculares requiere de una atención más profunda y puede tardar en sanar entre dos y tres semanas.

3. Desgarro grave o rotura de tercer grado: Consiste en una rotura total de las fibras y puede tardar normalmente de tres a cuatro meses la recuperación, además de tener que pasar en muchas ocasiones por una cirugía para reinsertar las fibras rotas.
Las causas más probables para un desgarro muscular son el mal calentamiento antes de empezar a practicar cualquier ejercicio físico o deporte, no se ha dejado pasar el tiempo suficiente entre dos sesiones de entrenamiento siendo insuficiente el tiempo de recuperación del músculo, músculos cansados o fatigados por el constante ejercicio físico, la musculatura ya presenta tensión o rigidez por causas previas y músculos debilitados, lo cual puede tener diversas causas.
Lo primero que debe de realizarse es un buen diagnóstico. Es necesario realizar una ecografía de la zona afectada, pero hasta esa primera valoración, se debe proteger la lesión; reposar el tiempo que sea necesario intentando recuperar el movimiento poco a poco; aplicar hielo sobre la zona afectada siempre sobre una toalla para ayudar la inflamación; comprimir la zona con vendas y elevar la parte lesionada hasta que disminuya la inflamación. El tiempo de recuperación de una lesión muscular de estas características, varía considerablemente dependiendo de varios factores; estado de salud, peso, edad, sexo, etc.
Alfredo Rodríguez, corresponsal en Guayaquil.