
Nuestro Sistema Político y Social, no está respondiendo para actuar a favor de la construcción del bien público.
Por un lado, el razonamiento Mercantilista, y por el otro el Estatista, que han vaciado la vida pública de argumentos éticos y cívicos, creando dentro de nuestro convivir grandes carencias cívicas, ya que el discurso público, para unos hay que mercantilizarlo; y para otros, hay que estatizarlo, sin que el ciudadano se apropie del inmenso valor de lo público.
Lo más difícil que veremos en la Asamblea Legislativa del Ecuador, es debatir sobre la ontología de la ética del Poder, de la moral política; seguramente lo único que harán entre ellos es cortarse los pelos sucios o embarrarse.
Es de esperar que algún día analicen en forma profunda su Función Social,y sepan de la importancia ética de los compromisos políticos; a partir de ello, la política nacional podrá infundir un “plus valor” al “arte de saber hacer política”.
Entendiendo que la política debe defender el espacio público, para que el individuo y la sociedad se desenvuelvan dentro del marco del respeto, sin que el Mercantilismo y Estatismos expriman al individuo y a la sociedad.
TIRO: 57