El puente entre Durán – Isla Santay, e Isla Santay – Guayaquil, se inauguró el 15 de septiembre de 2014, hoy parece entrar en un proceso de destrucción por la naturaleza, luego de las colisiones ocurridas el 12 de octubre del año 2017, cuando un barco chocó contra el puente, en esa ocasión se presentaron afectaciones mayores como el colapso de un importante tramo, junto a la industria Molinera, mientras que el 15 de mayo y 15 de junio del 2018 se registraron otras colisiones menores que fueron reparadas en su momento.
Lamentablemente, pese a haber anunciado observaciones oportunas por el Comité Pro Centro de Guayaquil, en lo referente a que existe mucho riesgo al pasar por ahí; embarcaciones, también se advirtió la necesidad de mover el paso sobre el río Guayas, para evitar afectaciones a la navegabilidad en el río. Se puede colegir que no fueron escuchadas por el gobierno nacional de ese entonces.

Hoy vemos a la obra anunciar su terminación, sin ser agorero del desastre el entonces Exalcalde Jaime Nebot se mostró partidario de que el puente sea derrumbado en caso de que el componente basculante no tenga reparación. Además, agrego que se le debe pasar la planilla a quien hizo el gasto inútil, adicionando que no puede tampoco el pueblo ecuatoriano pagar errores del gobierno, y a ello agregamos el quemeimportismo de algunos ciudadanos inconsecuentes con la infraestructura de desarrollo y progreso.
El gobierno ofreció, que esta obra sería un ícono para el turismo, pero esto no sucedió.
En la construcción de esta obra, participaron el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI), quien financió la obra por un costo de 11’582.677 dólares, y el Servicio de Contratación de Obras (SECOB) encargado de la construcción y fiscalización.
Antonio Lima _ Corresponsal en Durán.