
“El fin justifica los medios”, es una posición evidentemente maquiavélica, y a veces se justifica esos términos si se termina dirigiendo los esfuerzos hacia un fin o un propósito que alimente el bien común, a través del desarrollo tecnológico, científico, o al crecimiento simbólico de la reputación de una Nación.
Es el caso del maquiavelismo, desde sus inicios estas teorías de Estado tenían que ver con la expansión de sus fronteras, del desarrollo de la economía y poder del propio Principado,
pero cuando estos axiomas de la política
se ponen en práctica para alimentar soberbias, codicias y propósitos solamente
personales de dominación social, esos propósitos no son una proposición maquiavélica en términos de teoría del Estado, si no una herramienta para la complacencia narcisista de algún dirigente que lo único que busca es el poder
para ser reverenciado, forrarse de billetes,
y vivir entre placeres mundanos. Seguramente, Nicolás Maquiavelo no hizo
tremendo esfuerzo intelectual para servir al Príncipe y sus caprichos sino al Principado.
TIRO: 318