Mientras haya gente honesta habrá detractores, lobos con pieles de cordero, falsos líderes mesiánicos que gritarán improperios, tirando piedras y escondiendo las manos, intentando decir que no “comieron del plato abundante” que los hizo obesos mórbidos de poder y ansias de más.
Mientras haya coherencia en los planteamientos del ser interno, habrá valor insaciable de justicia.
La lealtad a los ideales certeros y la deontología ética nos harán verdaderamente libres de pensamiento y obra.

Hoy caído el justo, los chacales acechan su carne. El cuerpo yace enfermo pero sano en todo sentido.
Mientras haya un verdadero amor por nuestra tierra todos serán próceres.
En estos momentos tan álgidos que viven los ecuatorianos políticamente, porque el Ecuador reclama cambios estructurales de fondo y forma que permitan dar marcha a la rueda productiva, empezando por la solución a la emergencia sanitaria con la vacunación masiva, solamente así con la mitad del pueblo inmunizado se podrá comenzar a prosperar, y por supuesto; acompañado de proyectos de reactivación económica.
Un pensamiento político, un tanto filosófico para algunos, podría ser este corto extracto de mi opinión personal, que espero sea tomada de forma imparcial, todo puede suceder.
Carlos Renato Moncayo Moscoso
Corresponsal en Cotopaxi