Hagamos un homenaje a todos esos hermosos viejitos que lo entregaron todo por sus dueños, familias, cuidadores y que un día dejaron de servirles y sin más los abandonaron a su suerte en las frías calles.
Esta es la historia de Polo, un perro viejito de raza pequinés, color blanco a quien rescatamos hace casi aproximadamente dos años, él se encontraba en una situación totalmente precaria, al punto que no podía sostenerse en sus cuatro patitas.
El día de su rescate hacia frío, cuando llegamos fue un momento impactante ya que al tratar de guarecerse del frío, rodó por una pequeña ladera, sabíamos que no estaba bien, no permitía que se lo toque, se podía percibir que su dolor era insoportable, a tal punto que no dejaba de llorar y quejarse, lo tomamos con suavidad, incluso nos quiso morder con sus pequeñas encías, ahí notamos que era un viejito, ya que no tenía un solo diente delantero. Ahora nuestro propósito era hacerlo feliz en sus últimos años de vida.
Pasó cuatro días internado y nosotros orando para que se recupere, y el milagro ocurrió, salió victorioso de esa batalla, el diagnostico fue una hernia discal y 14 años de edad, le prohibieron que corra y que suba las escaleras, brindamos nuestra ayuda para pasearlo las veces que fueran necesarias.
Lo cuidamos y le dimos amor por casi dos años, era un viejito gruñón que a pesar de todo siempre quería sacarle pelea a las perritas más grandes, era el rey de la casa, era amoroso y valioso para todos, nos hacía reír y llorar con sus ocurrencias. Hasta que llegó el triste día de su partida y nos rompió el corazón. Por eso damos gracias a nuestro querido Polito, por darnos la oportunidad de hacerlo feliz, por permitirnos conocerlo y ver lo increíble que era, y si alguna vez tuvo una familia, sepan que en dos años le dimos todo el amor que ellos talvez no le dieron.
No abandonen a sus perros viejitos, ellos nos cuidan y aman mientras tienen juventud, y cuando su cuerpito se desgasta por los años, sus ojitos se opacan y su fuerza se va, es cuando más necesitan a su familia, no seamos egoístas con un ser tan noble y retribuyamos todo ese amor que un día nos brindaron.