Las neuronas patrias se consumen: ¡Desorden y hambre!
Una legión de farsantes exige que la gente les tenga gratitud,
no hay purgante que los expulse.
Engañan y se engañan, luego existen y excitan a la masa,
se cambian una y otra vez de antifaz y disfraz;
y así nadie los expulsa.
TIRO: 445