
No tiene razón de ser
los pueblos sin ciudadanos,
un Estado sin libertad
ni un Partido Político
sin seres críticos que lo construyan.
No tiene razón de ser
que existan delincuentes sin castigo,
o unos trabajadores despojados
de su real salario,
una madre con su crío harapiento
y en posición de angustia.
No tuvo ni tendrá razón de ser
que sigan sonando las campanas del poder,
apologizando a los fabricantes de pobreza
en nombre de revoluciones y delirios,
ni que los plutócratas sin real compromiso social
nos gobiernen.
No tiene nada de esto, razón de ser.
TIRO: 175