
En el Ecuador, el canto pasional y facineroso sigue avanzando,
difícilmente alguien lo detendrá
ya que no existe poder moral institucional o persona con autoridad
de tal género que lo detenga.
Reina la caótica ley de la coyuntura,
donde los Partidos son el inventario de pocos clanes poderosos.
El Ejecutivo es la cara administrativa más visible de la contratación Pública para repartir el botín.
La justicia atada a esta misma cadena de clanes, al igual que el Legislativo; legislan, ejecutan y juzgan, de acuerdo a los intereses
de los mismos clanes,
en tanto la Sociedad Civil defiende sus espacios
generando más informalidad y ajustándose
a esa cadena de gestión dolosa de estos clanes.
En fin, como en toda sociedad primitiva
cada uno es el reflejo de lo que es el otro,
ya que colectivamente aceptamos con normalidad
las acciones de estos clanes, y hemos terminado a
regañadientes ubicándonos durante tantas décadas gozosos
en este sistema arcaico que nosotros democráticamente
autorizamos y elegimos permanentemente.
TIRO: 123