
El Distrito Nueva Prosperina es el más violento de Ecuador, siendo el número uno donde se registran muertes violentas. El sector está dentro de la zona 8, en la ciudad de Guayaquil y abarca apenas el noroeste de la ciudad porteña, incluye sectores como Bastión Popular, El Fortín, Monte Sinaí, Socio Vivienda, Paraíso de la Flor, Entrada de la 8 y sectores aledaños.
Tan solo en Nueva Prosperina hay una tasa de criminalidad que suma 462 asesinatos, superando incluso a la zona 1, que comprende en su totalidad las provincias de Carchi, Esmeraldas, Imbabura y Sucumbíos. Entre las 4 provincias hay 385 muertes violentas.
Según el Tcrnel. Roberto Santa María, jefe de policía del distrito Nueva Prosperina, en una entrevista en Radio Tropicana, asevero que aunque existen varias economías criminales que operan en esta zona la más preocupante es la extorsión, “no solamente es ir y pedir una vacuna, es la ocupación territorial de un lugar…Es harta la marginalidad que existe en el lugar, son asentamientos irregulares donde muchas de las viviendas no tienen ningún tipo de legalidad y terminan haciendo una estructura delictiva apoderándose de esa área”.
De acuerdo a las investigaciones de la policía, en los hechos violentos también participan niños, “Cuando le matan a alguien, ocupan esas casas y ponen a un muchacho desde los 12 años, es miembro de esta banda y le dan un sinúmero de oportunidades de trabajo, lo que hace que el menor deje de ir a la escuela, son 35 mil menores que han dejado de ir a la escuela”, acotó Santa María.
En el ministerio de educación existe una deserción escolar de 35 mil menores que en su mayoría se dedican al trabajo delictivo. Según Santa María, “se dedican a la extorsión, ellos son recolectores de dinero, porque no es para ellos la vacuna, es para toda una estructura, ellos recolectan el dinero, entregan y un porcentaje se quedan con ellos de lo que lograron recabar, pero también avisan quienes no quieren pagar y para esto hay otra estructura que pone tacos de dinamita, que pasa disparando”. Dinero con el que se financian motocicletas, armas de fuego, un abogado que los defienda cuando son detenidos.
Pero no solo los negocios son atacados, también los UPC donde una policía fue asesinada el año pasado, siendo las unidades de policía comunitaria deficientes en el sector considerado de alto riesgo. “Pasan disparando por las UPC, nos han puesto tacos de dinamita, y eso obedece a una estrategia que el crimen organizado aplica en otros países, que es replegar las fuerzas policiales o de seguridad para que se vayan alejando del sector porque quieren tener el control total del territorio y poner su propia seguridad”.
En Ciudad Victoria, “los constructores deben pagar 8 mil dólares mensuales para que los dejen trabajar, y les cortan los servicios básicos a kilómetros de sus casas, agua, internet, energía”.
Para Santa María, la solución no está solo en la policía sino también en el Estado, “los 3 poderes del estado, más los organismos de control, porque mientras sigan polarizados y la oposición no permita la gobernabilidad del país, esta es la mejor herramienta del crimen organizado para fortalecer su estructura”.
En el caso de la extradición, que formaba parte de una de las consultas, Santa María destaca “era necesaria para ciertos delincuentes que es necesario sacarlos de aquí, por más de que estén presos siguen dirigiendo desde las cárceles a toda la estructura criminal, esa persona que se dedica al narcotráfico y se va a una cárcel de otro país, se rompió la comunicación y en otras palabras es como una muerte, como que está en coma”.
En relación al estado de excepción, Santa María, asegura “no soluciona los problemas de seguridad, nos da herramientas para nosotros mejorar el accionar policial, en los casos de operativos no tienen que esperar la decisión de un juez para allanar una casa, y hacer la captura y coger armamentos, drogas, sustancia ilícita, limita derechos para tratar de controlar el territorio”.