
El cliente mayoritario de los políticos
parece serán siempre los pobres.
Así se va reciclando “el arte de la política”
dando cosas ajenas
para que les devuelvan el favor con votos.
Cosas van, cosas vienen,
el control del negocio político se obtiene
haciendo política con la necesidad de la masa.
“La política criolla es un negocio”,
por eso se habla de clientela
y se juega un intercambio de votos y favores
sin ninguna inteligente planificación social.
“La manipulación de la clientela”
obliga al final de cuentas a seguir despilfarrando la Patria.
TIRO: 380