La pandemia ha afectado al mundo entero de diversas maneras y la más grave es la económica. El confinamiento, cuyo objetivo era reducir los contagios, causó que muchas empresas al verse en dificultades despidieran a los empleados, para muchas personas esta fue la oportunidad para buscar sustento a través de un emprendimiento. Las ferias son los espacios para hacer conocer los emprendimientos.
Recogemos el testimonio de cinco emprendedores participantes en una feria realizada en Ibarra.
El emprendimiento del Ingeniero Darwin Torres, se denomina Productos Quinde Azul, lo inició el año 2018 en la cuenca del Río Mira. Trabaja con 15 productores de cacao de la parroquia Jacinto Jijón y Caamaño y de 5 comunidades de la misma. Les asesora para garantizar un producto de calidad. Aprovechan toda la fruta, inclusive la cáscara para la elaboración de artesanías; también producen miel de cacao, polvo de pasta de cacao orgánico y vino de cacao. Su mensaje para los futuros emprendedores es; “desarrollar nuevos productos es muy duro, por lo que muchas personas se desaniman y dejan a un lado, pero no hay que seguir, si logran implementarlo mejorarán su economía y la de quienes están al alrededor, los generadores de materia prima son los principales beneficiarios y los que van a garantizar que su producto siga siendo de primera calidad, para que puede ser consumido en el mercado local, y también podría llegar a mercados internacionales, que es la meta que un emprendedor sueña”.

Alba Elisa Trujillo Ruano, Ing. en Administración de Empresas y emprendedora, envía un mensaje a las familias con su experiencia personal: “Este emprendimiento nació con la idea de hacerlo en familia desde el año 2003 con la creación de la Asociación Chacrita Andina, con 25 integrantes de los cuales ahora solo soy la única. Creíamos cuyes de forma orgánica, a diferencia de los cuyes que son inyectados para que crezcan en unos 3 meses, este cuy demora de 5 a 6 meses para tener su peso normal, por esto es más caro”. Su mensaje está dirigido a los jóvenes para que no se limiten solo a enviar hojas de vida en estos tiempos tan difíciles, y más bien se motiven a emprender.
Otro ejemplo de emprendimiento es el Grupo social, productivo y cultural La Choza, que a decir de su coordinador, Rolando Cangás, está enlazada en el tema del movimiento de la economía social y solidaria; “nosotros nos hemos agrupado y apoyado a todos los productores para que vengan directamente desde el productor al consumidor con productos cero químicos”. Trabaja con productores de Angochaga, Caranqui, Mira y Pimampiro. Entre los productos que ofrecen están: café, tardón, aceite de aguacate, frutos secos, bordados, artesanías, ropa para las mascotitas, aromatizantes, ornamentales y de belleza. También cuentan con un grupo de danza para el rescate de la cultura indígena del noroccidente.
Germánico Solís es un artista y Comunicador Social Ibarreño, relata cómo incursionó en su emprendimiento; “la pandemia nos metió en las casas, entonces me puse a pensar cómo uso el tiempo, como había estudiado en la Facultad de Arte de la Universidad Central recurrí a ese conocimiento y empecé a elaborar una propuesta que llamo: El Poder de la Cruz. Este trabajo está inspirado en el significado de la Cruz y Cristo, donde la cruz no es un espacio de dolor o de muerte, sino de una promesa del renacimiento a otra vida”. En su taller da forma a las artesanías de madera y escultura con resina. Su emprendimiento lo ve desde dos ángulos, como una manera de lograr ingresos económicos, y como una realización personal, “ya que el arte provoca el cambio en el ser humano” asegura. También es autor del libro “Prosas y Asonancias de la Tierra: Artistas y personajes de la Cultura de Imbabura”.
Alexandra Valencia llegó a la feria en representación de la Cooperativa de Producción Agropecuaria “Chocounión Aroma y Sabor”, de la Parroquia La Unión del Cantón Quinindé, Provincia de Esmeraldas, para exponer los productos elaborados de cacao: pasta , chocolate con cacao Premium, bombones, mermeladas. Este emprendimiento da a conocer a la gente que quiere vender los productos de cacao. Manifiesta que “en este tiempo de pandemia, la economía de las familias ha sido golpeada mucho, pero no ha mermado el deseo de salir adelante y contribuir con el desarrollo del país”.
Nancy Morales – Corresponsal en Imbabura.