PIDIENDO MISERICORDIA

¿Cómo educar nuestra inteligencia colectiva, si nuestras élites no aprenden a pensar?

La psicología social de nuestras élites ha descuidado su formación y el valor de educarse, por eso Izquierdistas y Derechistas no han podido gobernar con equilibrada sabiduría la Nación.
El deseo imposible continua, la anarquía ha sido y seguirá siendo la barca del ignorante que cautiva a una Nación de hambrientos con subsidios, sin ton ni son. 

¿Qué otro lenguaje puede trascender por encima del de la limosna en un país mal educado?
No se trata de venerar la palabra Educación, sino de medir el abismo que nos separa de los pueblos bien educados y con un alfabeto propio, que les permita romper las cadenas de la indolencia.

La esperanza es el alimento número uno de la Patria, o como decía Heráclito:
“La esperanza es lo inesperado”, por eso el Ecuador esperanzado no logra salir
de sus dificultades y complicaciones, ya que en carne viva está vibrando a tono con su esperanzada ignorancia.

Reconozcamos con sabiduría nuestra histórica mala educación, el problema está ubicado en las entrañas de nuestras Universidades cuyas dirigencias narcisistas ubican el problema fuera de ellos mismos. La culpa la tienen los Ricos, los Poderosos, las Transnacionales, pero nunca platicamos que nosotros tenemos la obligación de cambiar la mirada.

Mira bien y pregúntate:
¿Por qué otros campos florecen más que los de nuestro Ecuador?
Seguramente porque han trabajado, ahorrado y educado, para lograr fortalezas tecnológicas y vivir con salud intelectual y espiritual.