Entre finales del siglo XVI y el siglo XVIII, muchos piratas ocuparon las Islas Encantadas, el Imperio Español había conquistado una gran parte de Latinoamérica, para ese entonces; conocida como el Nuevo Mundo, la ocupación de este territorio les proporcionó enormes cantidades de oro, plata y piedras preciosas, que llevaban a España.

El resto de Europa, sobre todo; Francia y Reino Unido, estaban nerviosos por el aumento de la riqueza y el poder de España. Estas tensiones diplomáticas dieron lugar a la piratería y el corsarismo. Y estos, usaban las Islas Galápagos para esconderse de sus perseguidores.
El archipiélago estaba en una posición estratégica desde donde atacar al continente, lo suficientemente cerca para que pudieran hacer asaltos, y lejos para que pudieran escapar hacia allí. También proporcionaba a los piratas mucho del suministro de carne fresca que necesitaban, sin embargo, el agua era escasa, por lo que nunca permanecían demasiado tiempo.
En 1684, el buque “Bachelor’s Delight”, tuvo que refugiarse en Santiago después de que cayera enfermo el capitán John Cook. Desembarcaron en “Buccaneers Cove” y un tripulante, Ambrose Cowley, hizo un mapa de navegación de las Islas Galápagos.
En próximas entregas, relataré más historias similares.
Fausto Rodríguez, corresponsal en Galápagos.