Es increíble llegar a comprobar en pleno siglo XXI que todavía existen políticos que piensan que van a ganar las elecciones sin tomar en cuenta a los jóvenes y a los grupos minoritarios.
Políticos que viven todavía en la época medieval con creencias e ideas de los setentas u ochentas, con propuestas obsoletas que les costó el voto, como por ejemplo; a Lasso y otros candidatos.
Los jóvenes y muchos grupos minoritarios del país buscan aires nuevos en la política y líderes con pensamientos frescos, donde ellos puedan ser incluidos y respetados y que sus propuestas sean tomadas en cuenta.
El Ecuador tiene un 54% de población jóven que quiere que su pensamiento libre sea respetado.

Entre los candidatos de estas elecciones pocos se mostraron realmente interesados en conquistar ese voto con ideas innovadoras, al contrario, dieron la espalda a un porcentaje muy alto de la población.
El político moderno no debe pensar que impondrá su estilo y sus creencias, el político actual debe entender que tiene que escuchar lo que necesita el pueblo, lo que necesitan los jóvenes y los grupos minoritarios para su futuro.
El mundo está en un constante cambio, todos los días evoluciona pero algunos políticos se quedaron en la época de las cavernas.
El país ha cambiado, el mundo ha cambiado, pero la forma de hacer política sigue igual.
Los que quieran llegar al poder deben entender que no es suficiente decir:
“LOS JÓVENES SON EL FUTURO DEL PAÍS”, o pasarse diciendo: “VAMOS A HACER UN GOBIERNO INCLUSIVO”.
¡Lo que necesita el país son más hechos y menos palabras donde todos estén incluidos!
Andrea Celeste León
Corresponsal en Pichincha