
“Vivir pobres, pero no vencidos”
Esta es una verdad
para lograr ser seriamente humanos,
y la única forma de enfrentarse
cara a cara con la realidad,
de lo contrario, nos moriríamos en medio
de la pequeñez del latido impropio.
Duro es saber que no se sabe mucho,
pero tonto es vivir al vaivén
de las olas de los otros.
Más allá de nuestra propia
intrascendencia gravitacional,
aunque de miedo, todo se acabará,
al igual que las angustias;
si en el ciclo de la vida no te embarcas
siendo tu propio timonel frente a la tormenta.
“De carne y sangre somos,
e interiormente de alma y espíritu”.
¡Oh ciudadano!
El sol y el poder,
tensos o distendidos
siempre nos disecarán o nos usarán,
eso sí, maneja bien la propiedad de esos tormentos.
TIRO: 379