Desde el inicio del Universo, y creo que desde antes, todo empezó por un proceso, y el resultado es la existencia de este como lo conocemos y conocerá la humanidad, mientras exista, porque por ser parte de un proceso algún momento desaparecerá.
En las actividades humanas sucede igual, toda consecuencia sea positiva o negativa, su resultado es parte de un proceso, por eso es responsabilidad de todos estar vigilantes de estos para en el momento que se distorsionan enderezarlos inmediatamente, para que cumplan con el objetivo propuesto y que sea positivo.
Lo que sucede actualmente en la sociedad ecuatoriana, lamentablemente, es parte de un proceso que no supimos evidenciar y corregir a tiempo, el desespero del populacho por las dádivas entregadas y su descontento por engaños de gobiernos anteriores, hizo que entreguen todo el poder a un desequilibrado y resentido social que ejerció la Presidencia por diez años. Este mandatario desarmó a la sociedad honesta y entregó todas las garantías a la delincuencia.

Los gobiernos que le suceden a esta década nefasta, recibieron las consecuencias de este proceso de descomposición social, y lo que es peor; la delincuencia nacional e internacional está bien estructurada, armada y con la ley a su favor.
Este gobierno, y me atrevo a decir que dos gobiernos más que le sucedan, siguiendo otro proceso podrán revertir este caos que atemoriza a ecuatorianos y extranjeros, caso contrario perderemos la batalla.
Por eso, para lograr una reactivación económica en el país, después de la vacunación, es importante que todos, gobierno y sociedad, entremos en el nuevo proceso, empezando desde la familia; núcleo primordial.
Es obligación del gobierno dar las herramientas legales y constitucionales para emprender el GRAN PROCESO.
!Si se puede Ecuador¡
Lauro Salas – Corresponsal en Imbabura.