Vivo en el Cantón Durán hace más de 15 años, ocupé la honrosa designación de Comisario Nacional de Policía por un espacio de dos años.
Por vivir aquí y gracias a la nominación del cargo público, pude experimentar en carne viva los múltiples problemas; desempleo, inseguridad, falta de espacios públicos para esparcimiento, deficiente movilidad en transporte público, drogadicción, insalubridad, y su principal falta del líquido vital; el agua potable.
Desde el año que recibimos la calidad de Cantón (1986) han pasado 34 años, los habitantes pensaron que los problemas, que en ese entonces no eran muchos, se iban a solucionar con una administración propia, con gente de Durán orgullosos de su estirpe ferroviaria, muy lejos de la verdad quedaron esos justos anhelos.
Más bien, los problemas se han ido aumentando y diversificando, producto de las malas decisiones de sus autoridades locales que son elegidos para solucionar, pero se empeñan en empeorarla en cada administración.
Empezaré en este primer artículo tratando el tema del agua potable; desde un análisis consecuente a la realidad ciudadana, el problema surgió con el auge poblacional en la década de los 80 y 90.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estipula que el consumo de agua por persona debe ser de 100 litros diarios para satisfacer las necesidades tanto de consumo como de higiene en un hogar. Pues, según el INEC y su proyección, hay aproximadamente 320.000 habitantes, cifra que no estoy de acuerdo, pero ese sería otro tema de análisis. Durán necesitaría unos 320.000 m3 diarios. Sin embargo, no existe estadísticas o datos técnicos del volumen de agua que es producida por los pozos de Chobo.
Hoy por hoy puedo asegurar que esta necesidad imperiosa del agua se adiciona a un problema más siniestro y ruin, pero eso se lo dejaré para la segunda parte de mi investigación ciudadana.
A esto, busquemos soluciones.
ANTONIO LIMA PINTO
CORRESPONSAL EN DURÁN