
¡Qué vergüenza!
De tanto exigir Derechos, los latinoamerikanos
nos hemos olvidado sin cesar del lenguaje del deber.
Las Universidades Latinoamerikanas pareciera
solo sirven para fabricar títulos,
y los empresarios para forrarse de billetes,
pero jamás han querido invertir en tecnología y ciencia.
Hoy, los políticos latinoamericanos reclaman en nombre de sus pueblos
“acceso justo a las vacunas”, pero en la Cumbre Iberoamericana XXVII
nadie se preguntó por qué los Iberoamericanos no fueron capaces
de producir a tiempo sus propias vacunas.
La respuesta es simplemente coloquial:
Las pintorescas Universidades Latinoamericanas e Iberoamericanas
siguen enredadas en la enredadera ideológica,
y por ello, forman muy poca élite con curiosidad tecnológica y científica;
así que no nos queda otra cosa que seguir mendigando vacunas.
TIRO: 296