Las elecciones de febrero del año en curso, sin duda alguna, fueron algo más que una fiesta democrática. La esperanza de tiempos mejores en la mayoría de ecuatorianos, alentaba el espíritu patriota en unos, mientras que en otros la consigna de retomar el poder del cual estaban apoderados durante mucho tiempo. Fue impresionante la cantidad de candidatos. Es inconcebible que es un país tan pequeño abunden los partidos y movimientos políticos. La dispersión dio lugar a que los candidatos ganadores lo hayan conseguido con un mínimo porcentaje de votos. Esos resultados dan una lectura del sentir del pueblo ecuatoriano.
Terciaron un sinnúmero de movimientos políticos, de todo tipo y de color, ofreciendo el oro y el moro. Partidos y movimientos políticos que predican diferentes ideologías, unas que estimulan al odio, la revancha y que cuya motivación para terciar, es abrir el camino para el regreso de su caudillo y otras que tal vez guardan la convicción de servir a la sociedad. Hablando de los resultados electorales, en algunas provincias fueron una verdadera sorpresa que a muchos les debe haber puesto al borde del infarto, debido a que contaban con su continuidad, pero perdieron.
Desde el reconteo de votos en algunas partes debido a la presencia de actas con inconsistencias hasta los rumores de fraude electoral, se ha presentado en estas elecciones.
El país fue de sorpresa en sorpresa. La aparente falla de las encuestadoras serias que se han equivocado en los sondeos y hasta de boca de urna. No solo eran sorpresivos los resultados en algunas provincias, sino también en la consulta popular planteada por el gobierno. Esa tarde y noche una vez terminadas las votaciones, muchos dormimos habiendo escuchado en los diferentes medios informativos que ganaba el SI y en la mañana nos despertamos con la sorpresa de que Ecuador le había dicho NO a las propuestas del Gobierno, cuyo fin era buscar la solución a algunos problemas del país. En fin, una vez más el pueblo ha tomado su decisión, tanto en autoridades seccionales, las que serán posesionadas en mayo; así como también en la consulta popular, esperando tiempos mejores para todos los ciudadanos.
Otro resultado de las elecciones últimas ha sido el significativo porcentaje de voto nulo y ausentismo, lo que nos da a entender la falta visible de un verdadero liderazgo, para ello es necesario hacer un análisis de los siguientes conceptos.
Líder: Persona que encabeza y dirige un grupo o movimiento social, político, religioso, etc. Un líder es una persona que es un referente para un grupo de personas, que se ha ganado su respeto y lo apoyan en sus acciones y decisiones. Cacique: Persona que valiéndose de su influencia o riqueza interviene arbitraria o abusivamente en la política y administración de una comunidad.
La lectura de los resultados es evidente y clara de interpretar. Existe una carestía de líderes, un alto porcentaje de pueblo no ve un verdadero líder a quien encargar la autoridad y otro porcentaje que no quiere saber nada de nadie y se decidió por anular su voto. Por lo tanto, urge el surgir de un verdadero líder, que sea un verdadero referente, que infunda respeto en sus acciones y decisiones que tanto necesita el país.