
La educación religiosa y pública Latinoamericana ha convertido a demasiados jóvenes en:
- Revolucionarios profesionales, es decir; los que viven de vender la cura para la salvación.
- En revolucionarios militantes, son aquellos que ponen el pellejo para que otro coseche.
- Revolucionarios míticos, los que se comen el cuento leyendo todo tipo de charadas de los Castros y de la iglesia de los pobres.
En resumen, la revolución gracias a la educación religiosa y estatal, fabricaron al “Che” con cara de Jesucristo.
¡Qué genialidad más tenebrosa!
Los “revolucionarios profesionales” gobiernan sin ninguna culpa,
ya que ellos mismos son la mismísima salvación.
TIRO: 203