La globalización o mundialización es una inteligente invitación a vivir en tolerante armonía, un desafío para calmar la posición muerta de los Nacionalismos. La globalización, más allá del dominio tecnológico y comercial, requiere una definición político-humanista que posibilite el convivir intercultural en una posición que le de PODER a la vida humana.
Para luchar con las discordias o miserias humanas no hay que implorar, ni se necesita ser sobrehumano, sino aprender a trabajar en ese objetivo que permite interactuar con el otro y los otros.