
Sin Estado de Derecho
todo puede caminar chueco,
la legitimidad del poder se informaliza
y lo que emana de la ciudadanía se vuelve caos,
y la equidad ciudadana se transforma en lujuriosas jerarquías.
Sin Estado de Derecho
las realidades múltiples de los Derechos y de los Deberes
se desdibujan y la emocionalidad social se cohíbe,
implota o explota, en tanto la masa
no puede ser sociedad.
Sin Estado de Derecho,
la democracia flocula como un juramento a las nubes,
el bienestar de los ciudadanos es el huir del terror,
y el individuo vive encerrado en sus planos espirituales y temporales,
entre las celdas de unos amos aterradores,
sin Estado de Derecho.
TIRO: 113