En los últimos 43 años de democracia ecuatoriana
no hemos construido suficiente cognomento para decir:
“Somos una democracia evolutiva”, mas bien los políticos
solo saben componer historietas dramatúrgicas para un repetitivo drama.
En este punto de nuestra terrenal historia, los adalides de la República
siguen ofreciendo “vida gratis”, sin señalar con claridad que si todo es gratis,
siempre quebrará la Patria y el pueblo ecuatoriano tendrá que pagar la cuenta.
Aquí nos enfrentamos a múltiples corrientes del engaño:
Izquierda !Sí!
Derecha ¡No!
Centro ¡Sí y No!… Holgando en promesas y dadivas engañosas,
que lo único que afirman es su voluntad de tramperos expertos para la trampa.
Necesitamos abarcar creativamente una nación donde se cultive y explote la inteligencia y la energía humana, y no donde se sobre explote la esperanza y los recursos naturales.