
Rafael C. hizo mil veces énfasis como si estuviera demoliendo la vieja democracia burguesa financiera,
y mutilando el poder Financiero de la burguesía,
con criterio adecuado; al principio aisló a los banqueros privados de las decisiones de la Banca Central y Pública,
pero en nombre del bien – estar del pueblo
cometió una gran felonía Centro Estatista,
dejó que el Gobierno Central unifique al Banco Central,
favoreciendo la expansión del Centro Estatismo,
de tal forma, que el Gobierno Central pudo manipular
la creación de medios de pago a su discreción.
Por ello, el Banco Central, que no ha perdido
su condición de “emisor” ya que fabricar “papel billete”
no es el móvil fundamental de la emisión monetaria,
sino la capacidad que tiene el Banco Central
de acelerar o desacelerar la velocidad del dinero,
el que pueda expandir el número de dólares a la “N”
a través del encaje bancario.
Por tales antecedentes, tenemos que pasar de la teoría
a la praxis, así lo dice la historia.
“El Banco Central debe ser un organismo independiente
del poder financiero, privado y público,
y sobre todo del Gobierno Central”.
Para ello, el Banco Central debe así mismo cooptarse
sin la participación del Gobierno Central ni de la Banca Privada,
manteniendo independencia de ambos
e interdependencia en las relaciones productivas del país y el mundo.
TIRO: 274