Cuando se hacen cosas que no son sostenibles, es porque no se es consciente, no se realizan las actividades en este planeta de manera consciente. Todo es una reacción a algo. El desequilibrio con el Planeta Tierra es tan evidente que la mayoría de personas no son capaces de estar en armonía con él. Por complacer los deseos se afecta lo fundamental, la existencia.
La industria textil en Ecuador viene desde la época de la colonia, hay pocas empresas en Ecuador que se dedican a la producción y confección de textiles, más sin embargo: el sector textil y confección aporta cerca del 1% al PIB nacional. Nuestra cultura y regiones hacen de ella una variedad en nuestras formas de vestir. Tanto es así que en la costa, en la sierra y la Amazonia las vestimentas varían marcadamente.
Los atuendos ecuatorianos son únicos en la región y no se producen en ningún lugar más del planeta, vestimentas clásicas y variadas. La producción a base de lana de borrego fue el inicio de esta industria, después la de algodón. En cada región hay maneras únicas, si se desarrollan los mercados necesarios, si se reactivan las habilidades que están allí, en este país se ampliaría a un 2% el PIB en los próximo 5 años.
El esfuerzo de las industrias textiles y la colaboración en la reforma política pueden ayudar pero no lo es todo. El mercado es importante y debería ser sensible a la sostenibilidad. Pero ahora, el mercado local está lleno de nylon, poliester, polifibra… hay mucha importación de ropa, casi todos los locales de ropa en Ecuador tienen ropa de fabricación Made in China.

La ropa hecha de poliester es tóxica y los derechos de esta ropa están contaminando el aire, el suelo, el agua, así que vestimos suficiente plástico para hacer una tarjeta de crédito. La polifribra causa daño especialmente en los niños, también es inflamable y se recubre con químicos resistentes al fuego, pero se ha descubierto que estos químicos son cancerígenos, niños con tiroides, autismo están relacionados con estos químicos.
Un niño hasta los 15 años no debería usar nada de poilifibra, deben usar ropa orgánica. No es que los adultos puedan, sino que el adulto es más resistente a estas cosas. La polifibra no se puede reciclar y está contaminando a la naturaleza y regresando a las personas de tantas formas diferentes. Es así que, al menos los uniformes escolares deberían ser de algodón, pero lo más importante es que las industrias textiles nacionales vean ese mercado disponible y amplien su producción con productos orgánicos.
Edison Suárez – Corresponsal en Sucumbíos.