El tráfico de animales en el Ecuador es un problema que se ha incrementado, miles de animales son retirados de su hábitat natural y son encarcelados para ser comercializados ilegalmente y ser usados como: alimento, mascotas, reproducción, e inclusive, para ser comercializados por partes (huesos, pelaje, colmillos, colas, etc).
Este delito afecta principalmente a animales que se encuentran en áreas protegidas de Orellana, Pastaza, Pichincha, Guayas, Azuay, Tungurahua, Manabí, Imbabura, atacando a loros, guacamayos, boas, tortugas, caimanes, monos, osos perezosos, tiburones, pepinos de mar, estrellas.

Ecuador, es el país con mayor porcentaje de decomisos de tráfico de fauna silvestre, en el año 2020 se recuperaron un total de 4.645 unidades, y hasta septiembre del presente año se decomisaron 4.336 unidades.
Esto, no solamente es perjudicial para los animales, quienes se encuentran en condiciones precarias, con espacios limitados para su movilidad, falta de higiene y comida inadecuada, sino que también, se vuelve perjudicial para los humanos por las enfermedades que transmiten.

Si bien se menciona que hay una gran cantidad de decomisos, existe un margen de animales que no son recuperados y se vuelven víctimas del tráfico, otros tantos mueren en el camino, o son recuperados en condiciones lamentables. Además, muchos animales no son devueltos a su hábitat.
En el país existen diversas fundaciones y refugios que ayudan a la recuperación y reinserción de los animales, sin embargo; cuando estas han nacido dentro del tráfico, esto se vuelve complicado, ya que sus instintos y defensas no se desarrollaron como aquellos que nacieron dentro de su hábitat.

El tráfico de animales cada vez se hace mayor e incontrolable para las autoridades, quiénes a pesar de los esfuerzos no han sabido manejar la situación, por ello, e
Es necesario que se mejore la normativa legal y se establezcan mayores penas para los traficantes de la vida silvestre, que se realicen convenios con los países que receptan a dichos animales. También es necesario educar a la ciudadanía, no hay trafico sin traficantes, este problema no se va a erradicar hasta que se respete la vida y espacio de todos los seres.
Doménica Reyes – Corresponsal en Guayaquil.