La victoria de Guillermo Lasso con un 52,36% de la votación en segunda vuelta electoral, permite visualizar el rechazo de los ecuatorianos a la ideología instituida por el Correísmo. El apoyo mayoritario de la Región Interandina fue determinante en los resultados, pero los Tungurahuenses con un 75,41% de manera contundente le dijeron NO al Socialismo del Siglo XXI.
Históricamente, la provincia de Tungurahua se ha caracterizado por su empuje, templanza y trabajo, basta con recordar como una provincia devastada por un terremoto en 1949 se levantó para seguir adelante; similar actitud ha tenido luego de varios años de constante actividad del Volcán Tungurahua, que en 1999 obligó a evacuar al cantón Baños y varios sectores de cantones aledaños. Si bien es cierto, el Gobierno Nacional y los Seccionales han apoyado en la reactivación de la provincia, pero el deseo y la fortaleza de los Tungurahuenses han sido sus principales motivaciones para dinamizar la economía.

Se debe analizar que durante los últimos 14 años reiteradamente se le dijo NO a las propuestas gubernamentales. Una prueba de ello, es que en la Plaza de Toros de Ambato se continúan realizando corridas taurinas sin ningún tipo de restricciones. La población rural tampoco ha olvidado el cierre de las escuelas unidocentes, la conformación de la “estrategia hombro a hombre” que inicialmente se vendió con la idea de apoyar al agricultor, pero con el tiempo se fue tornando en las “escuelas de la revolución ciudadana”; tampoco ha perdonado que entidades estatales que brindaban un servicio eficiente desaparecieran y sus competencias hayan sido transferidas, como es el caso del riego. La supuesta desconcentración de funciones y el traslado de instituciones como el Ministerio de Turismo, dejó desprotegido a éste sector en toda la provincia. Y la lista puede ser interminable, como en aquella ocasión cuando un iracundo Ministro de Gobierno increpó y amenazó con más de diez escoltas a una señora que le grito que no era bienvenido ni él, ni el Correísmo.
Pero la decisión de apoyar o no a determinado candidato tuvo una connotación mucho más profunda. El planteamiento del candidato Arauz, de entregar USD 1.000, no fue considerado como una ayuda para mejor la económica, sino más bien como una propuesta demagógica para comprar el voto, una ofensa, una dadiva como muchos en su momento lo comentaron.
Apoyo el emprendimiento, créditos a bajo interés, fortalecer la agricultura, reducción de impuestos, permitir que los jóvenes decidan la carrera universitaria de su preferencia. Respeto la democracia, quienes piensan diferente fueron aspectos claves al momento de elegir por quien votar.
Hoy más que nunca está vigente el legado del ilustre Ambateño Don Juan Montalvo, y es propicio recordar una de sus frases célebres: “La solución a los males de la patria está al alcance de nuestras manos, nuestra es la decisión, nuestra la solución, nuestro el futuro. Es hora de liberar nuestra patria secuestrada.”
Alexandra Naranjo Guffanti
CORRESPONSAL DE TUNGURAHUA