
Engañosa la voz del Correato,
parecen desposados y desposadas forcejeando sin licencia
sobre su castidad en el manejo del poder,
en tanto, sobre el escenario con su brutal corrupción se acrecentaron los despojados y descastrados, quienes ofrecieron con ingenuidad sus corazones
para que luego ardan y se despilfarren los recursos de la Nación
en nombre de una revolución.
Los Correístas ofrecieron sus mentes lúcidas,
más eran unas ciruelas insípidas y podridas,
ofrecieron también sus manos limpias y corazones ardientes,
y luego lo que produjeron fue un oleaje de su propia corrupción
que con indecencia al Ecuador inundó.
¡Escuchen bien Abadesos y Abadesas revolucionarias!
Desde el principio sedujeron al Pueblo
con su melindrosa voz revolucionaria,
humillaron sin motivos a gente decente,
y hoy, con manipulaciones forjadas
quieren atrapar al Ecuador con nuevas trampas.
Nublaron con sus propias prepotencias al pueblo
al cual pretenden otra vez atrapar y volver a capar.
Sabemos que no ofrecerán ningún tipo de disculpas,
morirán queriendo tapar el sol con sus manos sucias,
seguramente gritando:
¡Hasta la victoria siempre!
TIRO: 215