
Hicieron un desmadre gobernando,
no construyeron sino zanjas de plática
con y contra el ciudadano;
ahora los Correístas defienden al Castrismo.
Sin cambios a primera vista,
palpamos un laberinto verborréico, abusivo y totalitario
que encierra a los cubanos
en orden de ineficiente y pomposo.
Una revolución engendra a otra,
son en muchas ocasiones
espejos deformadores e indeseables,
o chucherías con la misma pureza de la chatarra,
en tanto, algunos comunistas
culpan del desastre al bloqueo,
sin aceptar los caudillos cubanos
su poderosa negligencia e irresponsabilidad.
Diciendo y promoviendo
que son un nuevo sentir o un nuevo pensar,
sin fin ni principio obviamente cierto.
Los pueblos comunistas
o los que tienen pretensiones comunistas
viven dando vueltas,
anunciando otro revolucionario alcance,
seguramente hacia ninguna ideología
ni alguna idea práctica
que no sea la esencia totalitaria.
TIRO: 374