El poeta creía que la vida le asignaría un papel principal, parece que el inconveniente era que le gustaba hacer mucha siesta.
Ahora, ignora como descifrar sus creencias, más despacio; va aprendiendo que lo primordial de una siesta es que luego se puede hacer poesía, y que gracias a la siesta; jamás el poeta cederá el trabajo de su corazón para hacer poesía.
